La deshidratación celular crónica mata dolorosa y prematuramente. Sus manifestaciones iniciales visibles hasta ahora se denominan: enfermedades de origen desconocido.
No trate la sed con medicinas.
La “boca seca” es la última señal que indica deshidratación. El cuerpo puede sufrir deshidratación igualmente cuando la boca se encuentre bien húmeda. Peor aún, en los ancianos, la boca puede verse como algo obviamente seco y la sed puede no ser advertida ni satisfecha.
La nueva verdad científica, (cambio de paradigma) “Agua, el solvente del cuerpo, regula todas las funciones, incluyendo la actividad de los solubles que disuelve y hace circular”, debe transformarse en la base de todo enfoque futuro a la investigación médica.
A los comienzos de la deshidratación, cuando el cuerpo está haciendo llamados urgentes sobre su necesidad de agua, nada puede sustituirla. Ninguna medicina es más efectiva que el agua.
Después de todo, agua y solamente agua, es lo que el cuerpo desea, necesita y clama por ella.
El cerebro utiliza energía eléctrica que es generada por la corriente de agua, enviada por las bombas generadoras de energía.
Cuando el cuerpo se deshidrata, el proceso fisiológico que establece es el mismo que ocurre cuando se enfrenta al estrés. Consecuentemente, la deshidratación causa estrés y el estrés producirá una mayor deshidratación.
Su cuerpo necesita un mínimo absoluto de seis a ocho vasos de un cuarto de litro de agua por día. Alcohol, café, té y bebidas conteniendo cafeína no deben de contarse como agua. La mejor hora para beber agua (clínicamente observado en la enfermedad de úlcera péptica) es: un vaso media hora antes de comer, desayuno, almuerzo y cena y una cantidad similar dos horas y media luego de cada comida. Esta es la mínima cantidad de agua que su cuerpo necesita. Por el bien de no limitar a su cuerpo, dos vasos de más de agua deben tomarse durante las comidas pesadas o antes de irse a dormir.
La sed debe de ser satisfecha todo el tiempo.
El agua es la medicina más económica para un cuerpo deshidratado.
Extractos tomados del libro Los Muchos Clamores de su Cuerpo por el AGUA de F. Batmanghelidj, MD